TERRITORIO
LA RED DE ARTESANÍA RURAL PATRIMONIAL DE LA REGIÓN DEL BIOBÍO
HUALQUI
• Tejidos en coirón; comuna de Hualqui, las artesanas que forman parte de la Red son cinco mujeres que han aprendido el arte de tejer las fibras de coirón y chupón, de la que reconocen como su Maestra, Ivón Toledo, el grupo de artesanas está compuesto por; Rosa Lara, Patricia Parra,María Quezada, Marta Pedreros y Cecilia Villegas. Estas fibras vegetales son recolectadas durante el verano, se limpian y almacenan para luego aplicar tinturas a algunas fibras y tejerlas durante el año. El chupón se limpia sacándole las espinas para desenhebrar en seis hebras y convertidas en atados que serán secados al sol para servir de embarrilado al tejido que se realiza con el coirón creando diversos productos mayoritariamente de carácter utilitarios.
Lo mismo que todas y todos los artesanos que trabajan con fibras vegetales, cada año tienen que recorrer, muchas veces a pie, grandes distancias. Las tejedoras del coirón deben viajar a la cordillera de Nahuelbuta.
Sus productos; cestería en general, particularmente: canastos de diferentes dimensiones, paneras, individuales y otros. Esta es una artesanía heredada ancestralmente del pueblo mapuche y hoy ejercida por más de 100 mujeres y algunos hombres en la comuna de Hualqui.
SANTA JUANA
• Artesanía en madera; pertenecientes a diversas localidades de la comuna de Santa Juana; Aquí contactamos a través del Departamento de Desarrollo Rural de la Municipalidad a 9 artesanos y artesanas. 6 de ellos trabajan diversos objetos elaborados en madera nativa; fuentes, tablas, pisos, sillas entre otros, otros realizan mezclas interesantes entre la madera y la ñocha o a partir del boqui y colihue. La única mujer del grupo de artesanos Pabla Mena; presenta una propuesta innovadora en telar y lana de oveja con sus colores naturales.
Destacan los productos
• Trabajo en fieltro a partir del vellón de oveja; Localidad Tanahullín, comuna Santa Juana. Agrupación compuesta por siete mujeres que junto a la artesanía en fieltro realizan las tradicionales actividades productivas del mundo campesino.
La lana se obtiene,en un principio de crianceros locales, luego se gestiona la obtención de esta materia prima con otros crianceros de la región del Biobío y Ñuble. La lana es lavada, escarmenada y luego teñida con colorantes químicos y vegetales para convertirlos en diversos productos inspirados en la flora y fauna local, como flores, animales y mujeres que serán plasmados con inspiración bucólica en tapices, pieceras y diversos objetos.
QUEBRADA DE LAS ULLOA
La Quebrada es un sector de la comuna de Florida situada al interior de la cordillera de la Costa y está formada por diversas quebradas; La Quebrada de Riffo, de Peninhueque y el fundo Casa Larga. Muchas de estas alfareras han ido muriendo sin que su arte y oficio haya sido traspasado o heredado, en este sentido las alfareras de las Ulloa han sabido conservar y traspasar sus saberes, aunque ellas reconocen que cada vez son menos.
La quebrada de las Ulloa es una organización compuesta por más de 17 mujeres artesanas de la greda, la mayoría de ellas son parientas, algunas hermanas, madres e hijas y primas. Ellas realizan hermosas piezas utilitarias inspiradas en la tradición histórica campesina, algunas incorporan formas de animales y se reconocen los vestigios de la cultura mapuche que alguna vez habitó esta tierra.
El proceso comienza con la recolección de la greda para todo elaño, trabajo que se realiza durante el verano. La greda o barro es de dos tipos; la gruesa y áspera se recolecta del estero el Nogal y la más fina y suave se obtiene del estero San Miguel. El acabado de cada pieza se obtiene aplicando una greda fina y roja, “el colo”, la greda se guarda en terrones para luego ser pulverizada y harneada. Las piezas más grades requieren de greda más gruesa.
Las alfareras de la Quebrada de las Ulloa realizan todo el trabajo de modelar íntegramente a mano, apoyándose con pequeñas herramientas elementales como piedras y cueros, se trabaja sobre una mesa o tabla, esta última es puesta en la falda o rodillas de la artesana. Antes que la pieza se seque es bruñida para luego aplicar el colo con un trapo por dentro y fuera de la pieza, este le otorga el brillo final a cada objeto.
Hace más de 15 años que en este sector se reemplazó el cocimiento en la tierra por hornos de leña, obteniendo más calidad y resistencia a las piezas.
Las alfarerías de las Ulloa se caracteriza por piezas utilitarias; ollas, platos, pailas, jarras, fuentes, mates, muy escasos son los objetos puramente decorativos, como patos, gallinas, cabritas y la típica carreta con bueyes.
En 2019 las artesanas agrupadas en la Quebrada de las Ulloa reciben certificación en el Registro de Elementos del Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile, certificación otorgada por el Ministerio de las Culturas y el Patrimonio.
BORDADORAS DE COPIULEMU
Localidad Copiulemu, comuna Florida. Es una agrupación formal compuesta por más de 40 bordadoras, nacieron hace más de cuatro décadas. Las creaciones de las bordadoras están inspiradas en la vegetación y animales propios del paisaje natural, así como las prácticas de convivencia en el territorio que se han dado ancestralmente y que aún se continúan reproduciendo todos los días.
Las bordadoras tejen con sus agujas árboles y pájaros nativos, carretas con bueyes con sus vecinos y familias acuesta, escenas de vendimias y trillas solidarias, vacas y corderos pastando.
Los bordados son creaciones únicas, diferentes unas de otras que tiene en común su vida campesina. El arte de este bordar su vida, las mujeres lo han ido traspasando de madres a hijas y nietas. Este es ya un legado de la localidad.
Entre 1994 y 2010 los presidentes Frei, Lagos y Bachelet llevaron en sus giras al extranjero obras de las Bordadoras de Copiulemu como cartas de presentación.
En 2004 reciben Premio Lorenzo Berg a los Artesanos más destacados del país.
En 2010 son destacadas por la UNESCO, con el Sello de Excelencia en Artesanía.
RERE
• Alfarería de Campón – Rere comuna de Yumbel; esta es una de las alfarerías más desconocidas de la Región y una de las más antiguas. Norma Montoya Jara dice que este es un oficio que tiene una data de más de cien años, de lo que ella recuerda hoy a sus 75 años. El oficio fue un aprendizaje de generación en generación marcado por las mujeres que fueron enseñando y heredando sus conocimientos. Durante los años 70 las alfareras de Campón llegaron a ser más de 10, hoy solo queda la Sra. Norma quien ha enseñado a su hija Isabel Montoya, Ema Sobino Montoya sobrina de Norma, hija de Irma Montoya Jara, gran artesana de la greda recientemente fallecida.
La tierra la salen a recolectar por cerros y quebradas del sector, muchos de estos, cercanos a los antiguos lavaderos de oro de Rere, por eso la greda trae chispitas de oro y oropeles que caracterizan los productos de Campón y Rere.
Los productos son; pailas, platos, asaderas jarros entre otros muchos productos de carácter utilitario. Objetos místicos como crucifijos, copones y nacimientos. La alfarería de este sector también ha dado un vuelo de imaginación en la creación de pequeños objetos decorativos inspirados en aves y animales locales casi siempre con alguna chispita de oro.
La tierra que se recolecta, primero se la somete a prueba de calidad, se la esculpe a mano ayudadas por herramientas rudimentarias confeccionadas por las propias artesanas, luego se realiza el cocimiento con bostas de vacunos durante más de dos horas, enseguida viene la selección de lo que el fuego ha cocido y perdurará.
• Las Joyitas de Rere; localidad Rere, comuna de Yumbel, este es un grupo compuesto por 7 artesanas dedicadas a la orfebrería en plata y cobre con incrustaciones de cuarzo propio del sector, también trabajan con la malaquita, turquesas amatistas y labradoritas. Recientemente y como resultado del trabajo en red, han intercambiado conocimientos y productos con las colchanderas de Trehuaco, de esta manera han realizado un diseño de joyas con finos tejidos de cuelchas (paja de trigo trenzada), por ahora están realizando aros y pulseras con plata y trenzados en cuelchas.
ALTO BIOBIO
• Red de Artesanía Mapuche- Pehuenche, Alto Biobío; esta Red está conformada por 20 artesanas (os) tejedoras a telar, palillos, hiladoras, cesterías realizas con mimbre cocido entre otros productos. Los productos elaborados con la lana de oveja, son variados, sin embargo, destacan las “peleras” (antigua silla de montar el caballo pehuenche, ahora extinguido) y la calceta pehuenche, producto único en Chile, elaborado con lana encebada lo cual lo deja convertido en un producto impermeable a la nieve propia del lugar,(producto cada vez más escaso, ya que es más fácil vender una calceta de lana esponjosa y sobrios “laboreos”).
La “pelera” es un tejido realizado en telar mapuche que va formando rombos claros y oscuros llamados “ojitos”, tradicionalmente en dos colores, los naturales de la oveja; café o negro y blanco. Los“ojitos” que miran, cuidan y vigilan los bosques, el pehuén, las aguas el aire, son los ojos de la tierra.
Cercanos a esta Red de artesanas y artesanos, están los dos últimos maestros cesteros, los chaiwes o canastos pehuenches son realizados a partir del coligue rebanado en finas hebras y blanqueado en cocción para luego ser tejidos en siempre redondos cestos con diámetros entre 30 a 80 centímetros, en estos chaiwes se recolectarán los piñones y se lavará el trigo que luego será servido como mote.
Las y los artesanos provienen de las comunidades de Butalelbun, Trapa- Trapa, Pitril y Callaqui, El Barco entre otras.
CAÑETE
La Asociación Indígena; Relmu Witral, comuna de Tirúa, sur de la provincia de Arauco, es la organización con más socias, hoy la componen 120 mujeres lavkenche, que fluctúan entre los 25 y los 85 años.
Las palabras de Pascuala Pilquiman, Ranquilhue Chico, expresan lo que es la “Relmu”; “Me gusta el telar, porque siempre que ha habido mapuche ha habido telar”(…). “El corazón del telar”, o el proceso de construir las diversas prendas a partir de la lana de oveja y cientos de tintes naturales.
La confección de los tejidos de la Relmu, es completamente artesanal, desde la crianza de ovejas al tejido final, todo el proceso es realizado totalmente a mano. La esquila de las ovejas (…) se realiza en primavera. El vellón de varilla para que desprenda la suciedad y luego se lava con agua tibia y detergente para eliminar las impurezas y retirar el veri de la lana. Después de deja secar al viento y al sol.
Con la lana ya limpia y seca, se escarmenan las fibras, estirándolas, para eliminar todos los restos de impurezas y formar un suave pelotón. Luego se va estirando hasta lograr una mullida hebra de largas dimensiones, que será la base para comenzar el proceso del hilado.
El hilado es el proceso de formación de un hilo continuo. Se realiza mediante la torsión de las fibras con el kuliw o huso, pequeño instrumento de madera. El baile del kuliw, va dando firmeza a las fibras, mientras la mano experta de la tejedora va fijando el grosor del hilo según la prenda que quiera tejer. Algunas tejedoras también usan la rueca artesanal para el hilado de la lana.
Una vez hilada la lana, se hacen las madejas de hilo, utilizando para esto el pawe instrumento de madera, que deja preparada las lanas o hilos para ser sumergidas en las tinturas.
Las tinturas se realizan con todo tipo de elementos naturales; hojas, raíces, hongos, piedras, tierras, hollín entre otros, todos estos recolectados en las diversas estaciones del año, ya que cada una de estas darán distintos coloridos y matices de acuerdo a la lluvia, al sol, a las fases de la luna y también al ánimo o alma de la recolectora.
Finalmente la materia inicial, está dispuesta para ser transformada en objetos con identidad lavkenche. Nos sentamos frente al telar y comenzamos a soñar un tejido, las tejedoras de la Relmu Witral escogemos los hilos, mezclamos diversos colores según lo que vamos teniendo en el piwke,en el corazón, en las mentes. Son hilos que combinan de tal modo, que al finalizar el tejido se manifiesta toda su hermosura y el pensamiento de la mujer tejedora. Texto basado en Relmu Witral; Tejiendo nuestra historia. Editorial Revista Mensaje, 2015.
En 2010 la Asociación Indígena Relmu Witral es reconocida con el Sello de Excelencia a la Artesanía de Chile. Este es un reconocimiento otorgado por el Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la PUC, con el patrocinio de la Oficina Unesco de Chile.
También en 2010, la Asociación obtiene el reconocimiento de la UNESCO para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
• Las hermanas Juana y Gloria Maribur Polma; viven en la localidad Paicaví Chico, sector de Huentelolen, comuna de Cañete. Juana Maribur nos cuenta que aprendieron de su madre y de sus hermanas mayores a recolectar y tejer la ñocha, desde los 10 años.
En 2012 se unieron con otras mujeres tejedoras de la ñocha, de distintas comunidades del sector y formaron una agrupación; Ñocha Malen, en mapudungun mujer de ñocha.
En 2015 Juana Maribur es reconocida con el Sello de Excelencia a la Artesanía de Chile. Este es un reconocimiento otorgado por el Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la PUC, con el patrocinio de la Oficina Unesco de Chile.
Juana y Gloria Maribur han obtenido diversos reconocimientos de instituciones públicas y privadas por el destacado aporte como Mujeres Transmisoras de su Cultura.
Sus productos; canastos de diversos tamaños, pantallas, moisés (cunas), bolsos, carteras entre otros.
• Claudina Llanquileo Tranamil; localidad Ponotro – Quilihue, comuna Cañete. Claudina recolecta y teje la fibra vegetal de la ñocha desde los 10 años, su maestra es su madre y su abuela, en los últimos años ha perfeccionado el arte de su tejido con Juanita Maribur.
En 2019 recibe premio de distinción, mención emprendimiento y promoción de conocimientos en el arte de tejer la ñocha, otorgado por el Municipio de Cañete.
Sus productos; fuentes, paneras, individuales, caminos, canastos de diferentes tamaños entre otros.
• Asociación Indígena Rayen Voygue; comuna Cañete, comienza a formarse a finales de los años 80, se constituye formalmente en 1994. Actualmente está constituida por 36 socias de diferentes localidades, como Lleu-lleu, Lolcura, Pocuno, Huentelolen, Elicura entre otras.
Sus productos son; textiles mapuche-lavkenche en lana de oveja, cestería en ñocha y boque entre otros. Representa a esta organización en la Red de Artesanía Rural, la artesana Nimia Cona, artesana textil de tejidos lavkenche.
• Kal-ovicha; comuna de Cañete, con este nombre (lana de oveja en mapudungun) María Pilquiman realiza trabajos en telar mapuche y además, productos elaborados con ñocha, boqui y pita. Su producto estrella son las gallinas tejidas en ñocha, coirón y pita, además de sus tejidos en boqui.